No soporto...

...que me griten
(debo de tener el oído un poco sensible)

...los fréjoles
(es que saben a prado)

...la gente que no da los buenos días
(tanto cuesta?)

...ver a alguien escupir
(uuuffff, es que no puedo, qué asco!)

...la mentira
(si decides hacerlo, conmigo no cuentes)

...ver un cuadro torcido
(automáticamente lo tengo que enderezar)

...las serpientes
(me muero si veo una)

...el olor a sudor
(lávate cochino/a!!)

...que mi pelo deje de estar liso por culpa de la humedad
(tanto esfuerzo para nada...)

...que hablen en el cine, en el teatro...
(chssssss...a hablar a la calle)

...a la gente sin sentido del humor
(tienen que tener unas úlceras de estómago...)

...el cotilleo
(no me importa la vida de los demás...tengo bastante con saber llevar la mía)

....etc, etc...

hay muchas más cosas que no soporto pero no es plan de hacer una macro-entrada.

¿Y tú?
¿qué es lo que no soportas?

My Darling

No podía dejar de mirarla...durante unos minutos se evadió de todo cuanto le rodeaba y repasó sus vivencias con ella ¿Cuantas horas había trabajado para poder conseguirla? Ni lo sabía...pero el esfuerzo había merecido la pena. Aquella Fender Stratocaster del 63, negra y azul, era su compañera de andanzas y siempre se había portado a las mil maravillas, nunca había tenido queja. Los demás siempre decían que eran sus manos, sus dedos, los que parecían estar hechos para tocarla y hacer entre ambos la fusión perfecta....fuera como fuese, él ya no podía estar sin ella, sin su "Darling" como él la llamaba.

Recordó cuando tocaron en el primer garito, el "Eskape". Fue gracias a Gelo, el dueño, que un día por casualidad se acercó al local donde ensayaban, les escuchó y se lo propuso. No cobrarían nada, pero a cambio de unas birras podrían hacer lo que más les gustaba ante gente que nunca les había escuchado. Solo habría unas 50 personas pero aquella noche se convirtió en inolvidable para todos.

Ahora después de algunos años, allí estaba en aquel backstage rodeado de gente que ultimaba todo para el gran evento. Intentaba sobrellevar los nervios para aquella actuación, la primera decisiva para ellos. Después de mucho rodar por garitos y discotecas, tuvieron la fortuna de que Michel (su actual productor) les descubriera y les convenciera de que él podía conseguir que llegaran lejos. Y hoy, 7 años más tarde, habían conseguido su sueño: tocarían ante 8.000 personas (o eso era lo que ponía el periódico esta mañana). Aún no se lo podía creer...

Había llegado el momento. En el escenario sin luz alguna (solo la de los amplis), se sentía la marea de gente ansiosa por escucharles, gritando, silbando....su corazón empezó a latir rápidamente, parecía que se le iba a salir del pecho.

"A por ellos "my Darling". Todo saldrá bien...." - pensó.

Se agarró fuerte a ella, la luz se hizo y comenzó a tocar.

En ese momento los nervios desaparecieron y por primera vez sintió que tocaba el cielo....

Alerta (niña perdida...)

Es la historia de mi vida
una huida hacia delante
Y si pierdo la cabeza
quien me va a decir que pare.

Tienen prisa por hacer que me calle pero
yo canto lo que quiero y lo que siento
canto lo que me sale
igual que mi corazón late...

Igual que respiro
o igual me caigo por un precipicio
Pero yo soy la que decido
cuando salto y con quien me río
Y si lloro, y si lloro yo decido
a quien le muestro mis lágrimas

Una princesa dormida
en un castillo vacío
al despertar se dió cuenta
que estaba fuera de sitio
en medio de la ciudad
anda arrastrando su traje
las joyas de su corona
no sirven para este viaje

Ale ale, ale ale alertaaa
cuando camina niña perdida
Ale ale, ale ale alertaaa
cuando camina niña perdida
niña perdida...

Una princesa dormida
en un castillo vacío
al despertar comprendió
que era rodar su destino
Su reino por un amigo
que le acompaña esta noche
Que pronunciara al oido
las sílabas de su nombre

Ale ale, ale ale alertaaa
cuando camina niña perdida
Ale ale, ale ale alertaaa
cuando camina niña perdida
niña perdida...

Qué tiene esta sidrina...

....que sabe tan bien, que cuando la bebo más quiero beber", canción mítica de Vicente Díaz, archiconocida por todo asturiano que se precie. Empieza el buen tiempo, y con él las ganas de ir a disfrutar de una buena sidra fresquina, salir de los "chigres" y acudir a cualquiera de los merenderos repartidos por la geografía asturiana. Y es que es uno de los mejores planes para pasar una buena tarde entre amigos, beber unos "culines", echarse unas risas y si acaso, terminar con alguna cantariada (esto los más osados, claro...). Siempre ha de haber alguno en el grupo que esté ducho en la materia, me refiero al arte de escanciar la sidra, porque sino el derroche de esta preciada bebida puede ser descomunal.

Antes de echar el primer culete, hay que tirar con un ligero movimiento de muñeca una pequeña cantidad de sidra al suelo, para eliminar los posibles restos del corcho. El susodicho, deberá coger la botella colocando el dedo meñique en la base. Con los brazos bien estirados, coloca la botella más arriba de la cabeza y mirando siempre al vaso dejar caer la sidra con fuerza pero lentamente (no a chorro), para que ésta "rompa" (se oxigene) contra el borde del vaso. Mientras se escancia se ha de mirar al vaso, nunca a la botella. Los culines pueden ser pequeños, normales o de "amigo" (para expertos bebedores). El culín ha de beberse del tirón, es decir, a trago, no a sorbos. Y no se bebe entero, se suele dejar un poquito, que se tirará como acto del limpieza del vaso, ya que de este beberá el siguiente (de un mismo vaso beben unos cuantos).
Después de este breve acercamiento a este nuestro preciado bien, solo deciros que la sidra, suele ser bastante traicionera y antes de que te des cuenta, puede emborracharte de forma considerable. Así que si nunca la han probado, vayan con precaución, no beban los culines muy seguidos... Y sobre todo, recuerden este dicho:
"Para saber beber la sidra, hay que saber mearla"
Salud!

Ahí te quedas

Nunca lo consigo...
lo pienso...lo intento,
recuperar esa dignidad que un día perdí
por querer sentir tus labios, tu boca,
perfecta, hipnótica...
Lucho contracorriente cuando me buscas,
te entregas, no me resisto... y soy débil,
Dejo que machaques mi existir con tus palabras.
Esas que suenan a bolero cuando me las cuentas al oído
pero que al irte se tornan lejanas, ficticias.
Soy tu pasatiempo, tu marioneta, y lo sabes....y gozas.
Pero, ¿sabes mi amor?
con tus desdenes he ido tejiendo una gruesa bufanda
para protegerme de este desamor que no he elegido,
que tú me has ofrecido.
Nuevos senderos me esperan, y los recorreré.
iré despacio, con algo de frío...pero ya lo he decidido.
No pensaré ni un segundo más en ti.

Sandía, cereza, sandía

Ayer por la noche, fuimos a tomar la primera a un bar donde te puedes tomar algo en plan tranquilo, sentado, charlando tranquilamente. Como era medio temprano, no había mucha gente con lo que no pude evitar fijarme en un chino (bueno, creo que era chino, la verdad que me cuesta bastante distinguir a los asiáticos), pegado a la máquina tragaperras. Al rato, llegó la que creo que era su mujer y se pusieron los dos mano a mano sin parar de meter dinero. Él a su vez, no paraba de fumar. Allí permanecían embobados, como si la máquina los tuviese hipnotizados. Cuando nos fuimos, a las dos horas más o menos, allí seguían, sin haberse movido del sitio. No es la primera vez que veo a un chino echando en una de esas máquinas, pero ayer me llamó muchísimo la atención y no pude pensar en lo grave que es la ludopatía.

Pero no contenta con eso, por la mañana, antes de retirar, nos vamos siempre a desayunar y en el bar, había un chico de unos veinte años. Estaba sentado enfrente de una de esas máquinas, solo. Me llamó la atención por su juventud. Seguro que ya se iba para casa y está echando unas monedas antes de irse, pensé. Pues no, estuvo como unos diez minutos en esa máquina, se fue a cambiar y se puso en la máquina de al lado. Lo mismo, estaba obnubilado con la máquina. Estaríamos una media hora y durante ese tiempo, cambió su dinero tres veces. Cuando nos fuimos allí se quedaba. Ese chico sí me dió pena. Si estaba a esas horas jugando y de esa manera tan incontrolada, posiblemente llevaría haciendolo toda la noche. ¿De donde sacará el dinero?, pensé. Si trabaja seguro que todo su sueldo se le va en esto.

La ludopatía es una enfermedad muy grave, una adicción. Hace que la persona se aisle de todo, de la familia, de los amigos... salvo del juego, es lo único que le reporta, lo único que le hace sentirse bien. Suele ir aparejada con otras adicciones como puede ser el tabaquismo o el alcoholismo, con lo que la hacen más grave si cabe. Entiendo que son personas que tienen que tener algun tipo de carencia, afectiva sobre todo y que son débiles mentalmente y manipulables.

Por ello pienso que quizás este tipo de máquinas no deberían colocarse fuera de los sitios destinados para el juego (como los casinos, por ejemplo), ya que incitan a jugar a la gente que tiene esta enfermedad. Está claro que aún así seguiría habiendo ludópatas, pero por lo menos no lo tendrían tan al alcance de la mano...